Puede que lo caro de un producto se deba a su rareza o en el caso que nos atañe, a su escasez, pues se trata de un pez mexicano codiciado por el mercado asiático.
La especie es endémica del Golfo de California y está dentro de los animales en peligro de extinción, esto según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
La Totoaba o Totoaba Macdoladi, también conocida como la “cocaína acuática” por su elevado valor, es el pez de mayor tamaño del Alto Golfo de California. Cabe destacar que es único en la región, pero por el comercio ilegal, la especie se encuentra a punto de desaparecer.
Se han tomado acciones para frenar su captura y rescatarla, no obstante aún sigue siendo extraída para su comercialización.
Según las autoridades, la razón principal de su caza excesiva, se debe a su vejiga natatoria (buche), pues es altamente codiciada, sobre todo en China y Hong Kong.
A esta parte se le atribuyen propiedades curativas, como la disminución de dolores articulares. Asimismo debido a su escasez, se utiliza como objeto de colección o inversión económica.
La totoaba pasó de ser una especie fundamental de la producción pesquera en el alto Golfo de California a estar seriamente amenazada, ahora se busca salvarla / Foto: Cortesía | IAES
En el mercado negro, el kilogramo de la vejiga natatoria puede ser vendido en más de 8 mil dólares. Es por esta razón que el pez totoaba no solo es considerado el más caro de México, sino también del mundo.
El pez en cuestión, solía ser cazado libremente por los Seris en Sonora; la comunidad indígena usaban arpones con grandes puntas para pescar en las costas del estado.
La demanda asiática dio origen a la pesca de totoaba en el municipio de Guaymas en 1910, práctica que se volvió tan excesiva que ya no quedaban muchos de estos peces para el año 1920.
La especie pertenece a la familia Sciaenidae y a los Perciformes. Además del apodo de cocaína acuática, también se le conoce como roncador o tambor, corvina blanca y curvina.
El ejemplar suele pesar alrededor de 150 kilos y medir hasta dos metros de largo. Este pez puede vivir de manera natural, de 25 hasta 50 años.
Cada ejemplar llega a pesar hasta 150 kilos y a medir hasta 2 metros de largo. Por su parte, de manera natural, poseen una vida longeva pues pueden vivir entre 25 y 50 años. El totoaba tiene un cuerpo alargado y tiene la mandíbula inferior saliente.
Su excesiva pesca ha dañado a la vaquita marina
Por otra parte, la caza ilegal de Totoabas lleva consigo la muerte incidental de vaquitas marinas, otra especie en peligro de extinción. El daño colateral sucede cuando estos animales quedan atrapados en las redes mientras se intenta capturar a la cocaína acuática.
Aun cuando no exista un número oficial de vaquitas marinas, se sabe que ha descendido drásticamente durante los últimos 24 años, ya que en 1997 la Profepa informó que después de registrar avistamientos por zonas delimitadas en la zona del norte del Golfo de California se contabilizaron 567 ejemplares.
Tal situación también sucedió en 2014, cuando se calcularon tan solo 100 cetáceos de este tipo, mientras que en 2017 hubo únicamente 30 avistamientos concentrados en la costa de San Felipe en Baja California, así como en el Golfo de Santa Clara y Puerto Peñasco, en Sonora.
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